Pasamos al menos 40 horas semanales en nuestros ambientes de trabajo, eso es casi la cuarta parte del total de horas de la semana, y también debemos considerar que lo sucedió en ese lugar suele acompañarnos a casa en forma de recuerdos, preocupaciones o simplemente ideas que rondan nuestros pensamientos. Nuestra vida laboral influye en nuestra vida personal y nuestro bienestar físico mental y emocional, así que un buen ambiente de trabajo es algo por lo que vale la pena esforzarse. Un buen ambiente laboral, mejora nuestro humor, nuestra salud y por supuesto nuestra productividad, y siguiendo estos sencillos tips podrás lograrlo.
1. Demuestra compromiso y pasión
Si demuestras que estás comprometido y afín con la misión de la empresa, facilitarás de gran forma el trabajo de tus compañeros y te convertirás en un excelente ejecutor de un buen trabajo en equipo.
2. Procura estar de buen humor
El dicho que afirma que el buen humor es contagioso es totalmente cierto. No dejes que tus problemas personales te afecten y muestra una sonrisa todas las mañanas. Sonreír desencadena una serie de reacciones químicas en el cerebro haciendo que la actividad que desempeñes sea más placentera, además tus colegas terminarán sonriéndote por reflejo convirtiéndote en un ente emisor de buen humor.
3. Ten buena voluntad
Asume las tareas que los demás intentan evitar. Demuestra que eres capaz de ayudar a tus compañeros y verás cómo las personas se te acercarán más frecuentemente, confiarán en ti y no dudarán en prestarte ayuda cuando lo amerite. Dar el primer paso para el trabajo en equipo es un pequeño salto de fe, con una recompensa incalculablemente valiosa
4. Reparte elogios
A todos nos gusta que se nos reconozca el trabajo bien hecho. Si algunos de tus colegas tiene éxito en uno de sus emprendimientos, felicítalo como corresponde. Reconoce y alaba las virtudes de los que te rodean, se sentirán motivados (y casi obligados) a dar lo mejor de sí mismos para hacerle justicia a tus elogios. Pero cuidado, no caigas en la hipocresía, no señales virtudes que no existen, ni emitas comentarios que no consideras ciertos.
5. Controla tus inseguridades
Es un hecho que todos tenemos inseguridades. La clave es saber cómo controlarlas y demostrar la confianza suficiente como para entablar un diálogo amistoso con cualquier persona en la empresa, sin importar su nivel de jerarquía.
6. Aprende a escuchar
A muchas personas les gusta ser constantemente el centro de atención dentro de un grupo. Si eres una de ellas, es importante que aprendas a callarte y escuchar con atención lo que tienen para expresar quienes te rodean. Aprenderás mucho y no te perderás de ciertos detalles que ignorarías si hablaras constantemente opacando las ideas de los demás.
7. Comunica tus críticas con diplomacia
Cuando necesites señalar un defecto hazlo, pero en privado y apartándote del grupo para que la persona a quien le haces la crítica no se sienta atacada ni humillada. Recuerda escoger bien tus palabras dejando en claro que estás criticando un comportamiento y no a la persona. Siempre es bueno empezar reconociendo algunos aspectos positivos, para luego comentar que mejoraría aún más si corrigiera el defecto que nos molesta y para cerrar agradécele su atención y puedes elogiar algún otro aspecto positivo. Con este método es casi seguro que tomará medidas para mejorar y hasta agradecerá tus comentarios.