El Poder del Pensamiento


Nuestra mente genera pensamientos constantemente, por lo tanto nos encontramos en un estado de creación permanente, aunque no nos demos cuenta de ello. Nuestro estilo de vida y nuestra forma de ser están directamente relacionados con el poder creador de nuestro pensamiento.


René Fidelsky observa los efectos del pensamiento a nivel material, emocional, fisiológico y espiritual en su libro El poder creador de la mente. A continuación explicamos algunos de estos efectos.

a) Efectos materiales del pensamiento

La creatividad del pensamiento es tal que el ser humano ha logrado manipular la electricidad, ys sus aplicaciones a escalas sorprendentes, los ordenadores, la telefonía, etc. Todo esto se originó con un pensamiento.

Las obras arquitectónicas son el resultado de un conjunto de pensamientos, ideas y conceptos materializados en planso y maquetas que más tarde se ejecutaron.

Grandes inventos y avances que impulsaron a la humanidad nacieron de una idea.


b) Efectos emocionales del pensamiento

René Fidelsky nos cuenta una historia clásica Hindú como ejemplo para ilustrar el efecto emocional del pensamiento:
"Una noche, después de ver en un documental sobre serpientes en la televisión, me levanto y salgo al jardín a pasear con mi amigo. Caminando, de pronto me doy cuenta, lleno de horror, de que acabo de pisar una cobra enrollada. Me quedo bloqueado, sin respiración, paralizado de miedo. Creo atención. Mi acompañante, sorprendido, me demuestra que es una manguera enrollada. El pensamiento “ es una cobra”, creó un estado emocional alterado, un miedo a morir. El efecto con respecto a mi reacción fue el mismo que si hubiera una cobra bajo mis pies. En muchas ocasiones, nuestros estados emocionales son consecuencia de nuestra percepción mental de las situaciones y acontecimientos que suceden en nuestra vida."
Esta historia se puede extrapolar a nuestra vida cotidiana, quizá no pensemos que hay una serpiente venenosa bajo nuestros asientos pero es indiscutible que muchas de las fuentes de estrés en nuestro lugar de trabajo provienen de percepciones, miedos anticipados y divagaciones sobre un "tal vez" que desconocemos. Lo mismo aplica en un sentido optimista, ir al trabajo sabiéndose y sintiéndose agradado, confiado y poderoso nos vuelve más osados y si somos sabios más productivos al no detenernos por miedos infundados y tomar decisiones con seguridad. 

c) Efecto fisiológico del pensamiento

En la actualidad, son ya muchos los médicos que reconocen que ciertas enfermedades son el resultado de actitudes mentales (por ejemplo, la úlcera de estómago). Un 85% de las enfermedades tienen un origen psicosomático, es decir, son causadas por factores psicológicos.

Los medicamentos suelen actuar, en muchas ocasiones, mediante el llamado efecto placebo. Por tanto, el poder del pensamiento puede hacer que una persona, en ocasiones, se cure o enferme, o que le suba o le baje la fiebre. Un buen ejemplo es la son los analgésicos para el dolor de cabeza, aunque tardan casi una hora en disolverse en la sangre y lograr su efecto analgésico muchos sienten alivio apenas los toman. De igual manera seguir un tratamiento para una dolencia tendrá mayor o menos efecto dependiendo de la actitud con que lo recibamos, el optimismo y la confianza en la efectividad del tratamiento pueden marcar una gran diferencia. Muchas son las historias de personas con terribles diagnósticos que se apegan con fé a un tratamiento y lo refuerzan con actividades de visualización creativa  y otros métodos que se sustentan en el poder del pensamiento, además de tener una actitud de gratitud y amor a la vida.

d) Efecto espiritual del pensamiento

Las personas que mediante la meditación y la reflexión profundizan en su identidad espiritual, aprenden a liberar una energía positiva que se manifiesta en las cualidades de la paz, el amor, la pureza, la felicidad, la sabiduría y el equilibrio. El efecto sobre ti mismo al liberar es energía espiritual a través de los pensamientos, es que alcanzas un estado de estabilidad mental y fuerza interior. Así, los seres humanos restauran todo su potencial interior. Su presencia, sea donde sea, crea un efecto catalizador con las personas de su entorno, haciendo que emerjan en ellos las cualidades humanas más positivas. El efecto espiritual de sus pensamientos es más profundo y sutil, ya que actúa a un nivel de transformación de una conciencia ordinaria y limitada a una conciencia profunda e ilimitada, traspasando los limites que han creado los seres humanos en sus mentes y liberándolos de sus ataduras interiores.

Cuando somos más conscientes de cómo pensamos y sentimos, reconocemos los rasgos más positivos y hermosos de nuestra personalidad, pero también somos conscientes de los hábitos negativos que hemos creado, y que se manifiestan en forma de miedos, prejuicios, adiciones, etc.

El primer paso, y uno de los más importantes para transformar esos rasgos negativos de personalidad, es reconocerlos, y a partir de ahí, tomar la firme determinación de querer transformar esa parte más oscura de nuestro ser.